La Noche Celta


 

«Desprendida de una rosa, es un pétalo que vuela; así es la mariposa.»

«Yo te lloraré cada vez que mire al mar.»

«Con los pies descalzos, cogidos de la mano, caminaban sobre la arena por el borde mismo donde las aguas venían a morir al ritmo eterno de las olas. Algunas rocas emergían solitarias en la arena, ceñidas de anillos de agua transparente, cuajados de seres misteriosos.»

«Cayó la brisa, el sol concentró sus rayos y el calor se dejó sentir picante y molesto.»

«Lo que no conocía ella era el amor de exaltación, el que arrebata, el que encadena, el que transforma, el que sublima, el que todo lo perdona, el que todo lo olvida, el que nada pide, el que lo entrega todo.»

«Aquella tarde en Vegadeo, ni siquiera pensaron en hacer el amor. El amor entre ellos había quedado hecho una vez y para siempre. No se hace dos veces el Amor.»

«Maeve miró con tristeza por el hueco de la puerta a la atmósfera deprimente en el oscurecer lluvioso.»

 

«Las frases escritas en la arena: te quiero, Maeve; Silo, te quiero... Aquel desencanto de ver, en el encanto de sus brazos, cómo el agua las iba borrando.»

 

«Maeve ansiaba lanzarse en sus brazos, que se la llevara consigo, lejos, muy lejos, más allá de las fuentes de la diosa Navia, donde el sol incendia los trigales en el verano. Llévame, llévame contigo. Dejaré mis ropas a la orilla del río: el vestido, las sandalias, el cinturón y hasta el torques de plata. La gente pensará que me he ahogado.»

 

«La aneaba con ternura entre sus brazos y una viva emoción que se le enroscaba en el estómago le subía hasta la boca, rebosando en arrullos ininteligibles.»

 

«¿Qué piensas, Maeve?
Que el amor es eterno...como la juventud»

 

«Tu vida es mi vida y tu muerte es mi muerte. Porque desde ahora soy cuerpo de tu cuerpo y sangre de tu sangre. Donde quiera que vayas, iré contigo. Donde quiera que mueras, moriré contigo.»

 

 


 

Autor de La Noche Celta: Juan Noriega

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